Joan Francesc Bayan
Actualmente, la monarquía española se encuentra por decir decirlo, en
una situación complicada debido a situaciones como la posible
imputación de la infanta Cristina o las majestuosas cacerías del monarca
en plena crisis económica el año pasado. La confianza y simpatía en la
corona decrece por momentos. Ahora es el momento de recordar como fue la
instauración de la corona después de 45 años sin ella.
Alfonso XIII, abuelo del actual monarca español Juan Carlos I,
abandona España el día 14 de abril de 1931, después que las elecciones
municipales convocadas por el mismo dieran una victoria aplastante a los
partidos republicanos y el mismo menciona su partida como la única
solución para evitar una guerra civil en España, una guerra entre
compatriotas. El mismo 14 de abril se proclama la segunda república
española que duraría hasta el final de la guerra civil española, el 1 de
abril del 1939, donde gracias a la victoria del bando nacional
empezaría una larga dictadura que tendría como protagonista a Francisco
Franco Bahamontes.
Franco a falta de sucesor masculino propone a Juan Carlos, como ya
hemos dicho nieto de Alfonso XIII, sucesor con titulo de rey, este hecho
consta en la “Ley de sucesión de Jefatura de Estado de 1947″ y
ratificada por las Cortes Españolas el 22 de julio de 1969. Aunque por
orden de sucesión el trono español pertenecía a Juan de Borbón, las
malas relaciones entre Juan y Franco hacían imposible la coronación de
Juan después de la muerte del dictador. El 22 de julio de 1969 Juan
Carlos presentaría juramento de guardar y hacer guardar las Leyes
Fundamentales del Reino y los principios del movimiento nacional, o sea,
seguir los objetivos franquistas.
Después de la muerte del dictador acaecida el 20 de noviembre de
1975, Juan Carlos es proclamado rey en las Cortes Españolas jurando
acatar de nuevo los principios del movimiento nacional, aunque no
tendría más remedio que dirigirse a una democratización del país si
quería una estabilidad.
Juan, padre del rey, y verdadero sucesor a la corona española
renuncia a sus derechos dinásticos viendo la imposibilidad de acceder
personalmente al trono, ya que el dictador dejó las cosas atadas y bien
atadas.
Como vemos la corona de Juan Carlos I no es más que la herencia
política de un dictador para salvaguardar su obra que duró casi 40 años
de represión, y en nada consta el restablecimiento de la monarquía
democráticamente, aunque los monárquicos defienden la votación de la
constitución española de 1978, pero que remedio había, si era la única
constitución realizada para calmar a todos los bandos en una España
recién salida del oscurantismo y un rey apoyado por todo el ejercito del
país tal y como dejó ordenado Franco.
Actualmente el régimen político español aunque llamado democracia no
es en si una democracia, es una monarquía parlamentaria con un jefe de
estado, el rey, el cual no fue elegido por el pueblo, con línea
sucesoria y según la Constitución Española “Injuzgable” (ningún juez lo
puede juzgar).
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