dilluns, 7 d’octubre del 2013

Julia Hidalgo: "Billy El Niño disfrutaba pegando y torturando psicológica y físicamente"

Font: Mundo Obrero

Julia Hidalgo, miembro del Comité Federal del PCE, tuvo la desgracia, como tantos luchadores, de conocer a Billy el niño en los calabozos de la Dirección General de Seguridad. Relata para MO su experiencia.

Mundo Obrero: ¿Cómo valoras la querella argentina contra el franquismo?

Julia Hidalgo: Es un gran paso para que la ley de punto final del año setenta y siete no siga siendo ley de punto final y se vaya haciendo justicia en este país. Yo creo que el día dieciocho fue un día muy bueno para los y las demócratas de este país y un día de vergüenza para la justicia española y el gobierno español. Que tenga que ser una mujer argentina, de lo cual me alegro, la que dicte auto de detención internacional contra cuatro torturadores, uno de los cuales ya está muerto, y que en este país no hayamos hecho nada, es una vergüenza para la justicia española. Pero yo me siento muy feliz de que a un torturador como Billy el niño le señalemos, y yo le voy a señalar hasta que tenga fuerzas.

MO:¿A dónde crees que llegará esto? ¿Crees que sentará un precedente en España?

JH: El precedente está marcado en España con la detención de Pinochet y del pederasta que pusieron en libertad en Marruecos y que después detuvieron; depende del gobierno del Partido Popular. Y ésa es la pena, que nos gobierna el Partido Popular, y que depende de ellos el que a estos torturadores, a estos asesinos, a estos maltratadores se le haga justicia o no. Yo sólo pido justicia.

MO: ¿Qué te dice el nombre de Billy el niño?

JH: Tuve la desgracia de conocerlo en los calabozos de la Dirección General de Seguridad, donde me puso una pistola en la barriga, o donde me puso una máquina de escribir en lo alto de la cabeza diciendo que me la dejaría caer; una máquina de escribir de las del año setenta, que eran unos mamotretos muy grandes. También me metió a un compañero del comité de huelga de la construcción levantado por los pelos. Era un hombre que disfrutaba torturando y se enorgullecía de que le llamaran Billy el niño -su nombre es Juan Antonio González Pacheco- porque él se identificaba con el americano, el pistolero; y él era un pistolero.

¿Esperanzas? Pues no lo sé, porque si a Billy el niño le detienen, es el que va a cantar. […] A lo mejor dice que a él le contrató Mayor Oreja para una empresa de seguridad, o a lo mejor dice: Yo torturé a Fulano o a Zutana por orden de…y señala con el dedo. Porque hay muchos torturadores que están vivos en este país; en este país no se ha hecho justicia. Yo sé que hicimos la transición que pudimos, quizá no pudimos hacer otra, pero podíamos haber hecho algo más. Y lo digo como miembro del Partido Comunista de España, que lo soy desde entonces. Podíamos haber dicho después: nos hemos equivocado. Era lo que pudimos hacer, lo hicimos, pero a los asesinos y a los torturadores no hay que dejarlos sueltos, y que la justicia caiga sobre ellos. Yo no pido nada, sólo que se haga justicia.

MO: ¿Crees que está roto el consenso constitucional?

JH: Hombre, por supuesto. Yo creo que ahora hay un consenso constitucional, hay un pacto de Estado. Pero ese pacto está conformado para que siga habiendo un bipartidismo, para que siga mandando la Troika, el FMI…Ese pacto también sirve para que a los torturadores no se les haga justicia; ese pacto lo está haciendo el Borbón, que no sé ni cómo puede, porque va de un hospital a otro, el Partido Socialista y el Partido Popular. Ése es el consenso constitucional que hay en este país. Yo como muchos comunistas, como el PCE, abogamos por un proceso constituyente, con todo lo que se mueve en este país en la izquierda; con el 15-M, con las mareas…con todo. Converjamos con todo, hagamos un proceso constituyente y así podamos llegar a la III República. Quitemos a los Borbones y a los torturadores de en medio.

MO: ¿Cómo recuerdas las detenciones? ¿Pasaste Mucho miedo?

JH: Pasé miedo en mis tres detenciones, en la cárcel, cruzando la frontera de España, de Francia y de Inglaterra, con un pasaporte magnífico –falso- que me hizo Domingo Malagón, un artista; un artista que renunció a ser pintor por salvarnos la vida a muchos.

Yo tenía una petición fiscal de ocho años de cárcel y yo pasé miedo siempre pero sé de hombres y mujeres muy valientes que no pasaron miedo, y a mí me da pudor hablar de esto cuando sé que ha habido otros y otras a los que les han pegado y torturado mucho más que a nosotros. Billy el niño era el hortera mayor del reino y si bien es verdad que torturaba –a Paco Lobatón le hizo una raja con la mirilla de la pistola desde el vientre hasta el pecho- yo creo que era tan clasista también que a los estudiantes procuraba torturarnos de “aquella manera”, pero a los albañiles, a los obreros de la construcción…con esos no tenía miedo, ni pudor ninguno. Pero a los que veníamos de la burguesía y éramos estudiantes y teníamos una fuerza detrás muy solidaria, que era la Universidad Complutense, que se ponía en pie cada vez que detenían a uno de los nuestros…quizás eso…[hacía que no los torturasen demasiado] pero era un torturador.

Está feo decirlo pero lo voy a decir. Su madre sería una santa, pero él era un hijo de puta, que disfrutaba pegando y torturando psicológica y físicamente. 

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada